Cuando analizamos una oración, lo primero que debemos hacer es buscar el verbo y, a partir de ahí, ir sacando sus complementos. Después, se busca el sujeto dividiendo la oración en sujeto (cuyo núcleo es un sustantivo o un pronombre) y predicado (cuyo núcleo es un verbo). En la gramática tradicional se han nombrado dos tipos de predicados, el verbal y el nominal. El núcleo de un predicado nominal es un verbo copulativo y el núcleo de un predicado verbal es un llamado verbo pleno. Los verbos copulativos son: ser, estar y parecer, de manera que, cuando analizamos una oración con uno de estos verbos, habrá un sintagma cuya función es la de atributo y en la mayoría de casos será sustituible con lo.
Como todo en el estudio de la lengua, hay excepciones. Hay momento en los que el verbo ser o estar no funcionan como copulativos y es cuando hablan de lugar o de tiempo, por ejemplo: son las tres o estoy aquí o estoy en el parque, la pelea fue en el teatro, ¿Qué hora es?, etc. También cabe señalar que hay otros verbos, no precisamente atributivos que pueden tener atributo: resultar, quedar, seguir, Estos verbos, en la gramática tradicional, se han denominado semicopulativos y se ven en oraciones como "resultó inútil su intento".
El núcleo de la función sintáctica del atributo puede ser un adjetivo:
"El niño está tranquilo"
El atributo también puede ser un sintagma preposicional:
"Ese vino es de La Rioja"
Finalmente, puede ser el atributo un sustantivo:
"La antracita es una variedad de carbón"
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